La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero, participó este martes en la toma de posesión de la nueva junta de gobierno del Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora y señaló que los riesgos que se percibían hace unos meses en el panorama nacional y, sobre todo internacional, se están materializando. Esta circunstancia afecta negativamente a las previsiones económicas de la AIReF, mientas que las previsiones de ingresos no dejan de mejorar. Ante esta divergencia, la AIReF está reclamando prudencia y previsibilidad de actuación a todos los niveles de la Administración.
La AIReF ya revisó sus previsiones de crecimiento e inflación en el mes de abril. Desde entonces, mantiene un crecimiento del 4,2% del PIB en 2022 y una inflación del 7,8%, según el Informe sobre la Ejecución Presupuestaria, Deuda Pública y Regla de Gasto 2020, publicado en julio. De cara al otoño y a 2023 se están materializando los riesgos, especialmente en materia energética con los cortes en el suministro de gas ruso. Persiste, además, la escasez de suministros en materias primas y alimentarias, la inflación se está mostrando más persistente y se está generalizando, y el consumo se está viendo negativamente afectado por el empeoramiento de las condiciones financieras y la reducción de la tasa de ahorro generado durante la pandemia. Además, existe incertidumbre sobre el grado de ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
En el informe de circunstancias excepcionales publicado a finales de julio, la AIReF apuntó ya a un crecimiento del PIB en torno al 2% en 2023 en línea con otros organismos y sin tener en cuenta un corte total de suministro del gas ruso. Desde entonces, el panorama económico no se ha despejado, sino más bien al contrario. El dinamismo del turismo y el empleo han permitido mantener el crecimiento del segundo trimestre, pero la debilidad del consumo, la pérdida de confianza y la incertidumbre en el escenario internacional están truncando el crecimiento.
En el ámbito fiscal, sin embargo, pese a la activa respuesta para atender la crisis energética, la evolución del déficit del conjunto de las AAPP es aparentemente positiva. La AIReF estima que el déficit bajará del 7% del PIB en 2021 hasta el 4,5% en este año por la retirada de las medidas COVID (-2,3 puntos) y, muy especialmente, el crecimiento de los ingresos asociados al dinamismo de las bases imponibles. Pero este efecto se dará solo a corto plazo, puesto que las finanzas españolas presentan una serie de desequilibrios subyacentes que hacen que España cuente con una posición fiscal vulnerable.
Recomendaciones de la AIReF
En este contexto, la AIReF ha recomendado a todas las AAPP que tengan en cuenta las implicaciones de medio plazo de las actuales decisiones de política fiscal. Además, también ha recomendado en numerosas ocasiones una estrategia fiscal de medio plazo para alcanzar un nivel de déficit que reconduzca la deuda a niveles sostenibles. Sin embargo, no se está atendiendo esta recomendación y las tasas de referencia fijadas pueden dar la sensación de unos márgenes fiscales ficticios y propiciar con ello decisiones de gasto permanentes sin financiación permanente.
Además, el papel que ha asumido de la Administración Central en la crisis para blindar al resto de administraciones está afectando a los flujos financieros entre la Administración Central y las CCAA, provocando una posición fiscal más favorable de las CCAA que antes de la COVID-19. Por ejemplo, los recursos de Castilla y León del sistema de financiación podrían crecer un 20% y un 8% en 2023 y 2024. En este contexto, la AIReF ha recomendado que los presupuesto de 2023 se enmarquen en una estrategia fiscal a medio plazo que contemple la naturaleza estructural o coyuntural de ingresos y gastos, que aplique los excesos de financiación existentes a cierre de 2021 y que ajuste los aumentos de deuda futuros a las necesidades reales de financiación.
Según Cristina Herrero, los beneficios de una estrategia fiscal a medio plazo son aplicables a todos los niveles de la Administración, puesto que es importante minimizar las fuentes de incertidumbre y aportar previsibilidad. Para finalizar, la presidenta recordó que Castilla y León es una de las 10 comunidades autónomas que han realizado encargos a la AIReF para evaluar su gasto.