La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero, participó hoy en un almuerzo-coloquio del Consejo Asesor de la Confederación de Empresarios de Galicia, en el que apeló a la responsabilidad de todas las Administraciones públicas (AAPP) en el Plan Fiscal Estructural, necesario para cumplir las nuevas reglas fiscales. A su parecer, la credibilidad del plan, que estará vigente cuatro años, es esencial para las finanzas españolas y para el propio euro, que estrena nuevo mecanismo de coordinación de la política fiscal.
Cristina Herrero comenzó su intervención explicando los tres retos que implica este nuevo marco: el reto nacional de diseñar una estrategia de medio plazo para asegurar la sostenibilidad de la deuda, el reto institucional de conseguir que todas las AAPP se impliquen y participen en su diseño, y la necesidad de hacer compatible dicha estrategia con el crecimiento económico, promoviendo la inversión y la productividad.
Sobre el primer reto, la presidenta explicó las líneas generales del nuevo marco, que sigue persiguiendo el objetivo final de reducir la deuda pública para aproximarla al 60%, pero se instrumenta sobre una variable más transparente y bajo el control de las AAPP, que es el gasto descontando partidas sujetas al ciclo económico, el gasto en programas que cuenten con la financiación de la UE y las medidas discrecionales de ingresos. En concreto, los países con deuda elevada tendrán que presentar compromisos de gasto a 4 o 7 años que deberán ser estables en el tiempo, salvo circunstancias objetivas que justifiquen su modificación, como un cambio de gobierno.
Para fijar dicha senda de gasto, la Comisión Europea ha remitido a los Estados miembro unas orientaciones que servirán de base para valorar los compromisos que asuma cada país. La AIReF ha calibrado la magnitud del ajuste con la misma metodología que la Comisión, pero con sus supuestos y proyecciones, y lo cifra en un 0,43% del PIB anual si se hace en 7 años. Este ajuste, supondría una limitación del 2,7% del gasto neto en promedio en el periodo, algo exigente dado su crecimiento histórico. Aunque la AIReF tendrá que ajustar estas estimaciones con la nueva información, Cristina Herrero aseguró que, según el escenario inercial de la Institución un crecimiento nominal anual en el entorno del 3% del PIB no será suficiente para cumplir los requisitos comunitarios.
Sobre el reto institucional de hacer partícipes a todas las AAPP en el diseño de la estrategia fiscal, la presidenta reconoció las dificultades existentes para promover el consenso y la participación de todas las AAPP, pero recordó que es fundamental en un país tan descentralizado como España. Además, señaló que el gasto está sufriendo presiones al alza que afectarán a todos los subsectores, con necesidades crecientes de inversión para transformar la economía y el aumento de partidas muy relevantes como las pensiones o la sanidad.
Asimismo, recordó que antes o después habrá que repartir los compromisos entre las AAPP. Para la AIReF, optar por la misma tasa para todas ellas, práctica habitual hasta ahora, llevaría a desequilibrios horizontales y verticales al no tener en cuenta la situación de partida y no solucionaría los problemas de sostenibilidad de varias Comunidades autónomas (CCAA). Por ello, la AIReF ha abogado en varias ocasiones por objetivos diferenciados, acotados por un crecimiento mínimo y el límite máximo fijado por la regla de gasto. Asimismo, Cristina Herrero resaltó la importancia de no dejar al margen otros dos vértices que condicionan la sostenibilidad: el sistema de financiación y el retorno al mercado de las CCAA.
El crecimiento, el tercer reto
Sobre la necesidad de hacer compatible la estrategia fiscal con el crecimiento, el tercer gran reto, la presidenta recordó que las reformas que promuevan un clima favorable para la inversión, la productividad y el crecimiento tienen cabida en los planes fiscales estructurales al facilitar la reducción de la deuda. De hecho, comprometer este tipo de reformas e inversiones permite alargar los plazos de ajuste de 4 a 7 años. Además, aprovechó para señalar que, en estos momentos, la economía española está registrando tasas de crecimiento diferencialmente elevadas, lo que ha llevado a una revisión generalizada de las expectativas de crecimiento a corto plazo. En AIReF, de hecho, también se revisarán las previsiones en el próximo pronunciamiento.
A pesar de la necesidad de hacer frente a estos tres retos, poco se ha avanzado en los últimos meses y las AAPP están ya diseñando sus presupuestos para 2025 con muy poca información sobre el Plan Fiscal Estructural y los compromisos fiscales. Además, las reformas se siguen abordando de forma fragmentada. Por eso, aunque cada vez queda menos tiempo, la AIReF sigue considerando que merece la pena hacer un esfuerzo y apelar a la responsabilidad de todas las AAPP, la Administración Central como coordinador de la política fiscal y las Administraciones territoriales por sus competencias en materia de gasto.