La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero, participó hoy en unas jornadas sobre coyuntura económica organizadas por Funcas, en las que se refirió al primer Plan Fiscal- Estructural a Medio Plazo 2025-2028 publicado el pasado 15 de octubre por el Gobierno y valorado por la AIReF el 5 de noviembre. A su parecer, el plan español es un documento probablemente útil para la supervisión fiscal europea, pero no es suficiente a nivel nacional ni supone el final del proceso, puesto que es necesario desarrollarlo y trasladarlo a la realidad nacional.
En concreto, la presidenta señaló la necesidad de concretar la articulación de los objetivos de estabilidad para cada nivel de las Administraciones públicas, detallar las proyecciones para cada administración y el agregado, identificar anualmente las medidas que permitirán cumplir con la senda de gasto neta de medidas discrecionales de ingresos comprometida, buscar consensos y adaptar el marco nacional al nuevo marco europeo para que sean coherentes y consistentes.
La presidenta comenzó su intervención recordando que la AIReF publicó su informe sobre el plan español el pasado 5 de noviembre, junto al Informe sobre las Líneas Fundamentales de los Presupuestos de las Administraciones públicas 2025, en el que actualizó las perspectivas económicas y presupuestarias de la AIReF para el periodo 2024-2029. De hecho, la AIReF revisó al alza el crecimiento para 2024 y 2025 y estimó una posterior desaceleración en el medio plazo (2029). Por otro lado, estimó un déficit público estabilizado en el entorno del 3% del PIB hasta 2029, mientras que la deuda pública se seguirá reduciendo en todo el periodo, aunque su moderación se irá agotando a finales de la década.
En el Informe sobre el Plan Fiscal, la AIReF valoró el plan en base a este escenario a políticas constantes, ya que el Gobierno solo aportó un escenario macroeconómico completo para 2025 y 2026 y proyecciones presupuestarias para 2024. Además, la senda de gasto 2025-2031 del plan no se desglosa por subsectores, ni se ofrece detalle de las medidas que permitirán su cumplimiento. La AIReF, según su escenario, considera que el crecimiento del gasto neto se mantendrá alrededor del 3,5%, tasa superior a la del plan español, y llevará a una senda de déficit más negativa a la prevista por el Ejecutivo a partir de 2026. Según la AIReF, para alcanzar el déficit previsto en el plan del 0,8% del PIB en 2031, el gasto primario neto de medidas debería crecer a una tasa promedio del 2,8%.
En este contexto, la presidenta se planteó si los primeros planes fiscales han conseguido los objetivos de la reforma con la que se pretende fortalecer la apropiación nacional, evitar políticas procíclicas y reducir la complejidad del anterior marco fiscal. En el caso español, la apropiación nacional ha resultado insuficiente tanto en el diseño del plan como por la ausencia de debate en el Parlamento y diálogo con los principales stakeholders, en particular, las CCAA. En cuanto a la orientación de la política fiscal, el Plan deja los mayores ajustes para la parte final del periodo. La simplificación y mayor transparencia de la supervisión fiscal ha progresado mediante la utilización de una variable de control única y observable, pero todavía resulta insuficiente ante las cuestiones técnicas complejas aún pendientes de precisión y sujetas a posibles interpretaciones. Tampoco se ha implicado a la AIReF más allá del aval del escenario macroeconómico.
Los primeros planes, un compromiso político
Por este motivo, Cristina Herrero consideró que los primeros planes son más un compromiso político que una verdadera estrategia nacional fiscal de medio plazo, debido, en parte, al propio marco fiscal europeo, que resulta poco exigente en contenido y anclaje institucional. Además, se ha optado por el uso de metodologías comunes en lugar de aprovechar el potencial que ofrecen las Instituciones Fiscales Independientes (IFIs) como la AIReF para diseñar sendas más ajustadas a la realidad de cada país y se han dejado en el aire algunas incertidumbres, como el tratamiento que se dará al año 2024 y el funcionamiento de la cuenta control.
Como en otros países, el Gobierno se ha quedado en los mínimos exigidos perdiendo la oportunidad de elaborar una estrategia completa y consensuada. Por ello, en el Informe, la AIReF recomendó al Ministerio de Hacienda que aproveche la transposición de la Directiva de marcos fiscales nacionales para articular un marco presupuestario de medio plazo creíble y eficaz asegurando la coherencia, consistencia y efectividad del marco fiscal nacional. Según la presidenta, la definición de una estrategia sería más sencilla si se contase con un marco de medio plazo eficaz y creíble como requiere la Directiva.