José Luis Escrivá destacó el vínculo entre la política fiscal y la política monetaria. En el contexto actual no se puede entender la política fiscal sin referirse a la política monetaria cuya orientación ultra laxa ha permitido aliviar significativamente la presión sobre las cuentas públicas, adquiriendo un tono cuasi-fiscal. Sin embargo, el considerable margen fiscal no ha sido aprovechado para la consolidación fiscal y la reducción de deuda pública. La política fiscal ha tenido un tono neutral en los últimos años de manera que el déficit estructural se encuentra anclado en niveles superiores al 2% del PIB. La reducción de la deuda pública ha sido muy limitada y apoyada fundamentalmente en el crecimiento económico. Es necesario hacer frente a los desequilibrios fiscales a los que se enfrenta la economía española mediante una estrategia integral de las finanzas públicas que garantice su sostenibilidad y la puesta en marcha de reformas estructurales que eleven el potencial de crecimiento y empleo.