El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, impartió hoy una conferencia en Zaragoza sobre el reto demográfico que debe afrontar España en los próximos años, dado el envejecimiento de la población y la dispersión demográfica, que ha supuesto la despoblación de algunas zonas de España.
La intervención del presidente de la AIReF se produjo durante la presentación del informe ‘Situación socieconómica de Aragón’, elaborado por el Consejo Económico y Social (CES) de Aragón. El informe se presentó hoy en el Palacio de la Aljafería, sede de las Cortes de Aragón, en un acto clausurado por la consejera de Economía, Planificación y Empleo de la comunidad, Marta Gastón.
Durante su presentación, José Luis Escrivá explicó la visión de la AIReF sobre el riesgo de seguir una trayectoria similar a la de Japón, donde se ha reducido drásticamente la población en edad de trabajar. Un escenario de “japonización”, como el contemplado hasta muy recientemente por la mayoría de las proyecciones demográficas existentes para España, reduciría el crecimiento económico medio de los próximos 35 años a una tasa de tan solo el 0,7%. Sin embargo, las previsiones demográficas de AIReF evidencian que es posible evitar este escenario si se adoptan medidas que favorezcan la natalidad, en línea con las medidas más exitosas de los países de nuestro entorno, y se mantiene un marco regulatorio favorable a la inmigración.
José Luis Escrivá explicó la metodología y supuestos de las previsiones demográficas que avalan esta conclusión. Frente a la mera extrapolación de tendencias pasadas, que han venido caracterizando otras proyecciones, la AIReF ve recorrido al alza en la tasa de fertilidad, convergiendo en el largo plazo hacia la de los países de nuestro entorno, siempre que se adopten las medidas fiscales y laborales que se han mostrado más eficaces en nuestro entorno.
En este sentido, la institución prevé una convergencia de la tasa de fertilidad a un rango entre 1,6 y 1,8 hijos por mujer en el horizonte de 2050, una mejora importante que, sin embargo, no será suficiente. la inmigración, según la institución, será el factor decisivo para garantizar el crecimiento demográfico. El modelo de previsión de AIReF, bajo el supuesto de mantenimiento políticas migratorias constantes en todo el mundo, arroja un flujo de entradas netas promedio en el periodo 2018-2050 de 300.000 cada año, lo que resulta en un stock de inmigrantes en línea con los países del entorno.
Con estas previsiones de natalidad y de inmigración, la institución estima un crecimiento positivo de la población residente en España hasta un rango de 50-60 millones en 2050 y con una población en edad de trabajar se mantendrá estable alrededor entre 30 y 32 millones de personas, evitando el escenario de “japonización” de la economía española.
A esta situación hay que añadir el reto de la dispersión demográfica, que ha supuesto la despoblación de algunas zonas de España, con crecimientos asimétricos de la población entre regiones, concentración de población en determinadas zonas y diferente convergencia entre comunidades autónomas.
José Luis Escrivá resaltó que es necesario reflexionar sobre las políticas más eficaces y que, además, sean fiscalmente sostenibles. Hay que estudiar en qué medida la descentralización de las administraciones públicas del Estado pueden contribuir a reducir la concentración en las grandes urbes, examinar la posibilidad de redirigir la inversión hacia infraestructuras tecnológicas e inversiones con mayor impacto en crecimiento y cohesión social así como analizar en qué medida el sistema de financiación autonómica y local interioriza de manera satisfactoria los retos demográficos existentes.
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